“Hay dentro de todas las formas una estructura básica, una indicación del objeto completo con un mínimo de líneas, que se convierte en un símbolo. Esto es común a todos los idiomas, a todas las personas, a todos los tiempos” (Keith Haring).
Esta muestra reimagina cómo funcionan las representaciones perceptibles en nuestro tiempo, ampliando su estética a través de la resignificación de símbolos arcaicos y contemporáneos y vinculándolos a inquietudes actuales. En su producción actual, Pino busca mezclar el anhelo original de reconexión de la cultura con nuevos mitos y desvaríos contemporáneos, dejándonos con una sensación de confusión frente a cómo afrontar la hibridez del presente.
Mientras que las obras nos hablan desde un espacio físico designado, existe un vínculo entre el significante y su denotado cargado de referencias externas-urbanas-populares, presentes y anteriores. Pino reutiliza símbolos culturales particulares como la Venus de Valdivia, para producir un lenguaje pictórico donde la sintaxis de signos utilizados crean además un lenguaje local. La serie reelabora diversas iconografías, como la cristiana tradicional mediante el Sagrado Corazón de Jesús, arrojando nueva luz sobre los significados detrás del lenguaje visual gráfico y personal del artista. A través de la simbología representa la contemporaneidad a manera de pequeños altares como el Dios Gatito, con sentido estético y como respuesta al contexto.
Así, el artista traduce gráficamente la cultura real, esta que se entrelaza de forma sencilla, cotidiana y divertida, donde conectarse con la fuente de inspiración para el lenguaje visual del artista es tan importante como despojarse de ella.
Gabriela Moyano
Pino Supay (1985) es un artista visual contemporáneo. Nació en Baños de Agua Santa, Ecuador. Licenciado en Artes por la Universidad Central del Ecuador. Ha realizado muestras individuales y colectivas dentro y fuera del país. Ha participado en importantes festivales de arte urbano, siendo el último Detonarte (2021, Quito-Ecuador). Ha pintado muros en distintas ciudades de Estados Unidos, Argentina, Ecuador, Chile, México y Brasil. La mayor parte de su producción es auto gestionada como artista freelance.
Actualmente su producción se centra en el dibujo, los murales, el tatuaje y la experimentación de la pintura y el dibujo en nuevos soportes. Y se dirige, a un amplio uso y estudio de símbolos locales y actuales, en contraste con la historia cultural.
Reside y trabaja entre Quito y Baños de Agua Santa, Ecuador.