Esta obra fue concebida siguiendo una línea de pensamiento abstracto ligado a la espiritualidad (el cultivar y actuar desde la intuición) y a la naturaleza (lo humano y natural en relación con su entorno). Se exploran símbolos y formas referentes al cambio y la transformación (monolito y serpiente respectivamente).
El cuerpo de este trabajo pretende ser un regreso a lo elemental, ó primordial. La materialidad de la obra, en su mayor parte, evoca a la tierra, sus formas y elementos. Existen símbolos y abstracciones subconscientes que buscan ofrecer pautas y generar instantes introspectivos en el espectador.
Este es un trabajo en donde la personalidad no busca dominar a la esencia, ni el saber busca dominar al ser. El trabajo que hagamos con el ser interior determinará nuestro progreso espiritual. El trabajo que hagamos con el ser exterior, por el contrario, determinará nuestro progreso material.